Tratamientos de rejuvenecimiento facial

La evidencia más prematura de envejecimiento aparece en la superficie cutánea en forma de  líneas finas y surcos. A medida que pasan los años, la acción gravitacional y la pérdida de tejidos de soporte como colágeno, ácido hialurónico, grasa, músculo e incluso en una etapa más tardía de la reabsorción del tejido óseo, consiguen acentuar las líneas de expresión profundas, manchas, pérdida de volumen, pérdida de firmeza, incluso las cicatrices del acné pueden contribuir en el aspecto envejecido de la piel. 

El envejecimiento de la piel es un proceso exclusivo de cada individuo que obedece a un conjunto de factores tanto internos como externos. Muchos de éstos, pueden controlarse o revertirse mediante el rejuvenecimiento facial que emplea una serie de técnicas y tratamientos que actúan estimulando la producción de fibras de colágeno y elastina, la microcirculación y el sistema linfático, brindando un mayor grado de firmeza, tonicidad y belleza. 

Es un tratamiento facial que utiliza sustancias inductoras del recambio cutáneo. El peeling químico puede actuar a nivel superficial, medio y profundo. A nivel superficial promueve la eliminación de la epidermis por una capa de piel completamente renovada; ideal para tratar las líneas de expresión superficiales, tratar las marcas del acné, y favorecer un tono uniforme de la piel. A nivel medio, actúa frente a manchas producidas en el embarazo por las ceras depilatorias o algunos productos similares. Por último, a nivel profundo, puede actuar reduciendo de forma significativa las arrugas y líneas de expresión incluso las  que se forman entre el pliegue de la nariz y la boca “nasolabiales”, ángulos externos de los ojos “patas de gallo”, o líneas entre las cejas “ceño fruncido”, así como en cicatrices de acné y manchas producidas por los rayos UV. 

Este tipo de tratamiento no obedece únicamente a la zona facial, sino que puede ser utilizado en múltiples áreas como las manos, las axilas, el bikini, la entrepierna, etc. Adicionalmente, el peeling más avanzado incluye “Cosmelan”, una fórmula de principios activos que actúan frente a las manchas o pigmentaciones difíciles como la melasma, lentigos solares, manchas de depilación con cera, pecas e incluso piel fotoenvejecida. 

Consiste en la administración de enzimas bioactivas derivadas de biotecnología que actúan disminuyendo el volumen facial, mejorando el aspecto de las cicatrices por acné, cicatrices hipertróficas, atróficas o queloides y disminuyendo los párpados caídos, la flacidez y celulitis. Básicamente las enzimas son moléculas proteicas que intervienen en la respiración celular, ayudan en degradación y absorción de nutrientes, regulan la síntesis de colágeno y elastina, disminuyen los procesos inflamatorios, favorecen el recambio celular, el mantenimiento de los músculos, entre muchas otras funciones. 

La terapia enzimática es ideal para eliminar células muertas, aumentar el oxígeno del tejido cutáneo, eliminar desechos o acúmulos de líquidos, destruir grasa, colágeno endurecido y desorganizado y activar procesos de renovación y rejuvenecimiento; esto se traduce en la remodelación de la piel, reparación de drenaje linfático y efecto antioxidante. 

Es un tratamiento facial que utiliza la última tecnología de  microagujas para estimular mecánicamente la activación de las fibras de colágeno y los sistemas de reparación naturales. Consiste en la inyección de una serie de micro agujas de punción eléctrica a una velocidad y profundidad controlada, para crear unos microcanales donde son absorbidos principios activos  que estimulan la renovación celular y producen un efecto de hidratación, tonicidad y firmeza al rostro. 

El Nanopore es un tratamiento ideal para personas con problemas de cicatrices de acné, poros dilatados, cicatrices, manchas, piel deshidratada, flácida y arrugada ya que puede aplicarse en el rostro, cuello y escote, sin riesgo de complicaciones. Según la condición de la piel de cada paciente se escogerá la profundidad, velocidad y los principios activos que serán suministrados (ácido hialurónico, aminoácidos, antioxidantes, vitaminas, entre otros) con el objetivo de retrasar el envejecimiento prematuro, brindar una piel más suave, un tono uniforme, hidratado y luminoso. 

El láser de Neodimio Yag emite una serie de impulsos de doble frecuencia generando un efecto fototérmico que calienta las capas más profundas de la piel. Este sistema permite que las fibras de colágeno se activen, organicen y multipliquen para incrementar las uniones dermoepidérmicas, y mejorar el aspecto general de la piel, incluyendo la laxitud, tono y firmeza.

Durante las sesiones, la piel debe estar previamente hidratada para proceder a dividir el rostro en cuatro zonas diferentes y aplicar de forma no invasiva el láser. Conforme las sesiones avanzan, se eleva la temperatura y el tiempo en forma gradual. El láser no requiere de anestesia, y se encuentra indicado para lesiones vasculares superficiales, pigmentaciones benignas, líneas de expresión superficiales  e incluso descolgamiento del cuello y línea de las cejas, bolsas y pliegues nasolabiales.

Aumenta de forma natural áreas donde se requiere dar mayor volumen, proyección y dar soporte a estructuras del rostro sin sostén o que se encuentran caídas, conforma la matriz extracelular de múltiples tejidos del organismo. La principal propiedad del ácido hialurónico se basa en su capacidad para atraer, transportar y  absorber nutrientes y agua, mejorando la hidratación, la firmeza, la tonicidad y el soporte de la piel. El ácido hialurónico exógeno se administra a nivel subcutáneo donde se mezcla con el ácido hialurónico endógeno, para estimular la producción de colágeno y elastina que promueven la remodelación cutánea.

Es un tratamiento muy seguro que ofrece resultados naturales desde la primera sesión, con bajos o nulos índices de efectos adversos. Es ampliamente utilizado como alternativa no quirúrgica para brindar volumen, hidratación, y firmeza a los labios, contorno facial, pómulos, rinomodelación e incluso puede disminuir el aspecto cansado asociado a la aparición de ojeras. 

Es un tratamiento facial médico llevado a cabo mediante inyecciones por vía subcutánea. La toxina botulínica o “Botox”, es una neurotoxina elaborada por la bacteria Clostridium botulinum , que actúa en las fibras nerviosas bloqueando la liberación de la acetilcolina, un neurotransmisor que estimula la contracción muscular. 

Esta acción fisiológica permite atenuar los signos de envejecimiento, como es el caso de las arrugas causadas por la gesticulación permanente y las líneas de expresión que hacen que nos veamos con una apariencia ruda o fuerte, como lo es el entrecejo fruncido o las patas de gallina; con el objetivo de brindar un aspecto más descansado. Uno de los principales beneficios de la aplicación del Botox son los increíbles resultados naturales en el control de las líneas de expresión y arrugas. Dichos resultados pueden ser visibles casi de forma inmediata en una única sesión. Asimismo, la toxina botulínica tiene otras indicaciones en medicina como la hiperhidrosis, sudoración axilar o palmar, bruxismo, o en el perfilamiento del rostro.  

Los resultados del rejuvenecimiento facial son progresivos y duraderos conforme las sesiones avanzan. Desde la primera sesión es posible percibir la piel mucho más tersa, un tono más uniforme, leve mejoría de las líneas de expresión y más luminosidad. Cabe destacar que los resultados dependen exclusivamente de los procesos de cicatrización y respuesta de cada persona; en muchas personas pueden ser mucho más visibles los resultados en un menor tiempo que en otros individuos. 

No obstante, existen ciertos factores que conducen a un mal pronóstico y baja calidad en los resultados como lo es la exposición directa al sol y el tabaquismo, que interfieren en el proceso de cicatrización, aumentan el riesgo de necrosis y fotosensibilidad. Por tal motivo, se recomienda en cualquier tratamiento de rejuvenecimiento facial una rutina de cuidado de la piel adecuado, que incluye una limpieza diaria, una nutrición balanceada, uso de bloqueador solar cada 4 horas y cremas humectantes, realizar actividad física regularmente y moderar el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas.

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